Ubicada en una esquina dentro de un fraccionamiento cerrado al norte de la ciudad, Casa W parte del estilo de vida de una familia con dinámicas personales muy particulares que buscaron, desde el inicio, un espacio que ofreciera privacidad, amplitud y libertad de habitar.

Sobre un terreno de 445 m², el proyecto se plantea como un refugio introspectivo: se cierra con serenidad hacia las dos calles locales que lo rodean, y se abre generosamente hacia un gran patio central que articula todo el diseño. Esta área exterior, contenida y sin desniveles, se integra de forma continua con el interior a través de un sistema de ventanales perimetrales, potenciando la sensación de amplitud y permitiendo que la luz natural bañe los espacios comunes.

En planta baja, las actividades sociales se despliegan en un solo gran ambiente fluido que integra cocina, comedor, sala a doble altura, TV room y un carril de nado, todos conectados visual y físicamente con el corazón verde de la casa.

En el nivel superior se desarrolla la zona íntima: una recámara principal con vestidor y terraza de piso acristalado sobre la piscina interior; dos recámaras adicionales; y un estudio que se asoma a la doble altura de la sala, generando vínculos visuales y espaciales entre ambos niveles.

Casa W es una invitación a vivir hacia adentro, sin restricciones formales, en un universo propio donde interior y exterior se funden de manera espontánea. Un espacio diseñado para habitarse a gusto, sin etiquetas ni protocolos.