El proyecto parte de una premisa fundamental: lograr una arquitectura que promueva la convivencia humana en su máxima expresión, sin dejar de atender la preocupación clave del cliente: la viabilidad presupuestaria.

Para responder a ambos objetivos, se plantea una estructura modular con una retícula de 6 metros, que permite una construcción eficiente y económica, al mismo tiempo que brinda la posibilidad de crecimiento o adecuación futura con gran flexibilidad. Esta modulación facilita tanto la ejecución inicial como una evolución natural del programa arquitectónico con el paso del tiempo.

El diseño propone el uso de materiales aparentes —como concreto, block o acero expuesto— para dotar al conjunto de una estética honesta, contemporánea y expresiva, que además disminuye significativamente los costos de mantenimiento.

Desde el punto de vista funcional, el proyecto contempla:

• Una zonificación clara y coherente de los distintos componentes del programa.

• La asimilación de escalas entre los distintos volúmenes y su adecuada relación con el entorno construido y natural.

• La optimización de la relación funcional entre espacios, fomentando recorridos fluidos y eficientes para el desarrollo de las actividades educativas y sociales.

Este enfoque integral permite no solo una respuesta arquitectónica sensible y económica, sino también una propuesta espacial que evoluciona con las necesidades de la comunidad educativa.